28 de enero de 2011

Nevada en Polaciones



Esta mañana estuve dando una vuelta por los hayedos de Polaciones. Aunque no paró de nevar de manera débil durante toda la mañana, ropa de abrigo y un paraguas fueron suficiente para protegerme y poder disfrutar de un bonito paseo por el hayedo nevado.


A pesar de la climatología había bastante actividad de la fauna, así las aves forestales fueron las protagonistas de la jornada con especies como Zorzali alirrojo Turdus iliacus, algún Zorzal real Turdus pilaris o un grupo de unos 45 Pinzones reales Fringilla montifringilla posados en la copa de un haya, muy cerca de mi posición.


Los pícidos también estaban activos, con un Pico picapinos Dendrocopos major tamborileando, "relinchos" frecuentes de Pito real Picus viridis o un Picamaderos negro Dryocopus martius reclamando y moviéndose por la parte alta de un hayedo.


Por lo demás, los habituales páridos (Carbonero garrapinos, Carbonero palustre, Herrerillo capuchino...), Trepador azul, etc.


En cuanto a los mamíferos, un grupo de Ciervas Cervus elaphus pastando en un claro en la nieve, un Corzo Capreolus capreolus macho descansando en el suelo del bosque bajo la nevada y otro ejemplar más moviéndose, además de un Zorro rojo Vulpes vulpes buscando comida en el hayedo. De esta última especie vería otro ejemplar en la Collá de Carmona.



21 de enero de 2011

Foca común


Este mediodía estuve observando un ejemplar de foca común o foca moteada Phoca vitulina en el interior del puerto pesquero de Colindres, donde se encontraba descansando en la rampa varadero del mismo, después de haber comido.

Seguramente se trate del mismo individuo que lleva desde la primavera pasada recorriendo la costa de Cantabria, habiendo llegado incluso a Asturias, a Ribadesella. Está marcado en la cola y gracias a ello se sabe que es un individuo de casi 5 años de edad, cuyo origen está en las Islas Británicas. Fue capturada bastante débil en Oriñón en abril de 2010 y puesta en libertad días después en el mismo lugar. Desde entonces se ha recorrido buena parte de los estuarios de la región, como la ría del Asón, la bahía de Santander o la ría de Tina Menor.



La foca común se distribuye por aguas costeras del Norte del Atlántico y del Pacífico, así como en el Mar Báltico y Mar del Norte, lo que la convierte en la especie de pinnípedo más ampliamente distribuida. Su población mundial se encuentra entre los 400.000 y los 500.000 ejemplares.

Es una especie cuya logevidad es mayor en las hembras, que pueden llegar a vivir hasta 30 y 35 años, mientras que los machos tienen una esperanza de vida de unos 20-25 años. Habita en costas rocosas, así como arenales intermareales. Las crías, una vez que se separan de la madre pueden realizar importantes dispersiones, momento en el que pueden recalar en aguas del Cantábrico, donde suelen aparecer en el interior de estuarios e incluso puertos pesqueros.

En Cantabria es la especie de foca con un mayor número de observaciones, junto con la foca gris Halichoerus grypus, y casi todos los años se registra algún ejemplar de una u otra especie, en su mayoría jóvenes, en estuarios y puertos como Santoña, Castro Urdiales o San Vicente de la Barquera.

15 de enero de 2011

Rastreando osos y lobos

Por unas causas u otras, hacía tiempo que no "pateaba" por el monte como a mí me gusta. Hoy por fin pude escaparme y dedicar la jornada a observar la variada fauna de nuestros montes y a rastrear la presencia de dos de las joyas de la cordillera Cantábrica, el Oso pardo y el Lobo ibérico.
Me acerqué hasta la comarca cántabra de Liébana, donde llegué cuando comenzaba a despuntar el alba. Aunque al mediodía el día sería totalmente primaveral, por la noche había helado, como lo atestiguaban los charcos helados y el suelo endurecido por el frío.

Comienzo a andar por el sendero, dentro del hayedo. Localizo un excremento de Lobo ibérico Canis lupus signatus compuesto por restos de Jabalí. A lo largo de la jornada vería un total de cuatro excrementos y el rastro de un ejemplar, el cual seguiría durante varios kilómetros.



Sigo avanzando, saliendo a un sector de pastizales y brezales, donde observo un macho de Ciervo rojo Cervus elaphus y otro macho de Corzo Capreolus capreolus.
Vuelvo a entrar en otra cabecera de hayedo, en donde detecto el rastro de un Oso pardo Ursus arctos que atraviesa el hayedo, saliendo a una braña contigua. En dicha braña le pierdo la pista, pero localizo en cambio el rastro de un Lobo ibérico, que a través de un cordal divisiorio, avanza durante varios kilómetros.





Durante este pasado otoño, al menos la mitad de la población cantábrica oriental de Oso pardo se ha movido por los montes de Cantabria, en busca de hayucos y bellotas. Incluidos también 3 hembras reproductoras con sus escañetos, con 1, 2 y 2 crías respectivamente. Aunque estamos en enero, la ausencia de nieve les permite seguir alimentándose sin problemas, por lo que muchos de estos Osos siguen en estos territorios.

Sigo caminando y observo más Ciervos y Corzos en brezales y hayedos y en unos prados a los pies del hayedo localizo un Zorro rojo Vulpes vulpes que finalmente se oculta en el bosque. Los Buitres leonados Gyps fulvus y Cuervos Corvus corax patrullan la zona en busca de comida.

Tras comer y reposar un poco en la solana, bajo una cajiga, comienzo a deshacer el camino andado. Localizo una pareja de Águila real Aquila chrysaetos realizando vuelo de exhibición sobre su territorio, típico de estas fechas en las parejas reproductoras. Ambos miembros de la pareja cierran las alas y caen en picado, para de seguido retomar el vuelo y elevarse nuevamente. Así estuvieron durante varios minutos brindando un bonito espectáculo. A un rato la hembra se posó en un roquedo, mientras el macho seguía con la exhibición. Finalmente se alejaron volando hacia otro sector.

En la zona donde detecté a la ida el rastro del Oso pardo, ahora hay un Picamaderos negro Dryocopus martius moviéndose por el interior del hayedo, mientras emite sus típicos reclamos. Más adelante, una pareja de Agateador norteño Certhia familiaris se alimenta en el tronco y ramas de un haya. Salgo del bosque y veo 2 Zorzales reales Turdus pilaris en un brezal. Durante el día había visto un par de grupos de Zorzal alirrojo Turdus iliacus en sendos sectores de hayedo.
En unas peñas que asoman entre las hayas, un Rebeco cantábrico Rupicapra pyrenaica parva vigila su entorno. Más adelante, ya cayendo la tarde, un grupo de Pinzones vulgares Fringilla coelebs se mueve por las copas de las hayas buscando seguramente un lugar seguro donde pernoctar. Entre ellos detecto varios Pinzones reales Fringilla montifringilla.

Y así llegó hasta el coche, cansado pero satisfecho con la jornada vivida, con la adrenalina a tope tras haber transitado por un bosque por donde se encuentra el Oso pardo y el Lobo ibérico.

10 de enero de 2011

Peña Sagra




Esta mañana estuve dando una vuelta por el entorno de Peña Sagra, montaña sagrada para los antiguos cántabros y donde fueron acorralados y hostigados por las legiones romanas, como así lo atestiguan algunos restos de fosos y muros que aún pueden verse hoy en día en el perímetro de la sierra.
Llegué a la zona antes del amanecer, cuando aún iluminaba una espectacular estrella polar. Anoche había helado, como podía comprobarse en los charcos helados y en el blanco de los pastizales, que se mezclaba con una nueva y fina capa de nieve que cubría las partes más altas de la sierra.

Aún de noche se me cruzó una Liebre europea Lepus europaeus en la pista, que salió corriendo delante de la furgoneta. Poco después del amanecer localizo un Zorro rojo Vulpes vulpes que busca comida entre unos acebos, muy cerca de mi posición. Otro ejemplar de esta especie hace lo mismo en otra braña más lejana.

Detecto varios grupos de Rebecos Rupicapra pyrenaica parva en las partes más altas, alguno de ellos en cota de 2.000 m, a pesar del hielo y la nieve. También veo varios grupos de Ciervo rojo Cervus elaphus incluido un magnífico macho alimentándose en un brezal. Una pareja de Corzos Capreolus capreolus atraviesa tranquila una braña helada, mientras dos hembras de la misma especie buscan comida en un claro del acebal.

En los acebales observo paseriformes como Zorzal alirrojo, Pinzón vulgar, Camachuelo común y un Picogordo, especie bastante escasa en Cantabria. Un macho adulto de Gavilán común pasa volando a media altura, mientras los Buitres leonados sobrevuelan la zona en busca de comida. Un Milano real hace lo propio sobrevolando unos prados e invernales.

A eso de las 11h concluyo la jornada, poniendo el cierre con la observación de una treintena de Zorzales reales, alimentándose en un pastizal.

9 de enero de 2011

Invierno en el río Pas


Esta tarde cogí los prismáticos y me dí una vuelta por el río Pas, cerca de casa, a donde no acudía desde el verano. Según llegué, el río presentaba un aspecto puramente invernal, silencioso y sin vida aparente. No obstante, a medida que presté atención, fueron apareciendo alguno de sus habitantes.


Así, localicé dos Garzas reales descansando en la copa de un aliso, mientras una pareja de Ánades azulones hacía lo propio en una orilla del río. En la vegetación de ribera aparecieron algunos paseriformes como Carbonero común, Agateador común o Chochín. También un Pico picapinos reclamaba desde unos chopos próximos y un Gavilán común pasó volando a escasos metros, ocultándose en el bosque de ribera.


Algo más lejos vuela un Azor común, en vuelo directo sobre unas praderías. Otra rapaz detectada fue un joven Halcón peregrino, que hizo varias pasadas por encima del río, buscando seguramente alguna presa que saciara su apetito antes de caer la noche.


En el propio río, con abundante caudal en las últimas semanas, pasa volando río arriba un Martín pescador, uno de los miembros de una de las escasas parejas reproductoras que quedan en este río, debido a la escasez de taludes propicios para la nidificación, resultado de unos encauzamientos desmesurados relizados en el pasado. Lo mismo hace una Lavandera cascadeña y más tarde una Garza real.


Antes del anochecer van llegando a los árboles ribereños varios grupos de Zorzal alirrojo, un bando de 45 ejemplares y otro de 15 son los más numerosos. Tras estar posados en las copas de los árboles, abandonan el río buscando un lugar seguro donde pasar la noche.


Los reclamos de Petirrojos y Mirlos, marcando su pequeño territorio antes de dormir, ponen el punto final al paseo, ya anocheciendo.